Podemos pensar que cuantas más cartas
despleguemos sobre la mesa más información nos va a dar. Y sí, es verdad, pero sólo
cuando de forma anticipada hemos decidido qué tipo de tirada vamos a realizar y
si las vamos a leer en línea o en tablero.
Cosa muy diferente es tener ya tres
cartas sobre la mesa y si no nos dicen lo que queremos (¡cosa frecuente!) sacar
más cartas, hasta ver la que nos convenga.
Se trata de interpretar en profundidad
las que tenemos, no llenar la mesa con ellas, pues es muy probable que
consigamos el efecto contrario al deseado: que aparezcan nuevas temáticas en
esas cartas que no tengan relación alguna y generen una gran confusión.
Así pues, para hacer una lectura de
tres cartas con Lenormand:
· No es necesario adjudicarlas tiempo (la de la izquierda me
habla de pasado, la central del presente, y la derecha del futuro).
Si
lo deseas puedes hacerlo y leerlas dos veces:
1. La primera, de tal
modo que de cada carta obtengas un panorama general de los diferentes tiempos
(pasado, presente y futuro)
2. La segunda extrayendo
un mensaje completo que dé respuesta a la pregunta realizada.
· Tampoco conviene extraer más cartas hasta llenar la mesa con ellas.
Recuerda que es una lectura a tres cartas y con esas tres tienes que obtener un mensaje completo.
Recuerda que es una lectura a tres cartas y con esas tres tienes que obtener un mensaje completo.
· Decidir de antemano si vamos a tener en cuenta la
representación de la Baraja Francesa que viene en ella, o por el contrario, no vamos a mezclar
sistemas diferentes de Cartomancia.
Una vez tienes claro cuántas cartas vas
a extraer, en qué disposición las vas a colocar y a qué vas a atender en la
lectura, lo fundamental es observar bien las cartas y tratar de extraer la
máxima información de ellas. Siempre relacionadas con la pregunta que nos hace
la persona que nos consulta.
Cada lectura es como una brizna de
hierba, fresca y única.
Si las cartas que salieron fueron esas
tres, no trates de modificar su mensaje sacando más, pues no es necesario y
genera cierta niebla sobre el mensaje que nos quieren transmitir en origen.
