Desde tiempos inmemoriales se han empleado los oráculos para predecir el futuro. Desde la observación de intestinos de animales, pasando por las tabas de los corderos, hasta la actualidad, donde encontramos bellísimos oráculos de todo tipo en cartas, piezas de madera tallada e incluso piedras.
Pero el I Ching, no es un oráculo al uso. Personalmente más que depender del azar, (que sí se depende desde el momento en que empleamos las varillas de milenrama o lanzamos las monedas) es como, (y esto es una impresión personal y totalmente subjetivad) si un ser muy pero que muy anciano y con mucha pero mucha experiencia en la vida, levantara una pequeña baldosa del suelo de tu casa para darte el mejor consejo del mundo en el peor momento de tu vida. No el consejo que tú quieres sino el que realmente necesitas.
Y este consejo-mensaje no tiene mucho que ver con lo que te preocupa o crees que es lo importante en tu problema, sino con algo que pertenece a tu esencia, temperamento y forma de actuar, que se ha desequilibrado.
Esa descompensación parte de nosotros aunque pensemos que siempre es culpa de otro, del entorno o del sistema. Por supuesto, hay cosas que nos dan de lleno en la cara sin nosotros haber movido ni un dedo, pero también en esas circunstancias, influye mucho nuestra reacción y pensamiento.
Veámoslo de forma gráfica con un ejemplo.
En cierta ocasión, una persona nos realiza la siguiente pregunta:
¿Cuándo sería bueno crear un negocio? ¿Ahora o
espero un poco?
Ahora tiene la oportunidad de hacerlo y quiere saber si debe aprovechar este momento
o esperar para más adelante.
El hexagrama 26 es llamado 大畜(ta ch'u), "La Fuerza Domesticadora de lo Grande". Otras variaciones podrían ser "Gran Dedicación", "El Desarrollo de la Personalidad" y "Energía Potencial".
Su trigrama inferior es ☰ (乾ch'ien -el cielo-) y su trigrama superior es☶ (艮ken –la montaña-).
El Dictamen dice: “La Fuerza Domesticadora de lo Grande. Es propicia la perseverancia. Trae ventura no comer en casa. Es propicio atravesar las grandes aguas”.
Las mutaciones que se producen en los trazos indicados, nos indican:
1.- Aumentar y acumular energía para, posteriormente, sacarla a través de la actividad y la acción. Concentrar las energías y los pensamientos para hacerlos más concretos y productivos.
2.- Ahora se debe permanecer tranquilo y sereno. Aunque está lleno de energía, si toma medidas, nada bueno saldrá de ello. Hay que ser prudente y esperar.
3.- Está tentado a seguir adelante, pero el momento no es el adecuado, “el fruto aún no está maduro”. Quedarse dónde está evitará problemas.
La conclusión es la siguiente:
El hexagrama representa una persona joven o inexperta en una situación que no entiende. La confusión no es causada por el mal o la pereza, sino más bien por la inexperiencia y la falta total de conocimientos necesarios para hacer frente a la situación.
Si quiere encontrar la manera de salir de la niebla, acepte el consejo de un sabio dotado de conocimientos. Sólo entonces un giro gradual de la situación irá a mejor. Como todos los demás, él también tiene la tendencia innata a desarrollarse y ser mejor persona. Esta tendencia produce los mejores resultados en contacto con un maestro inspirador, que puede dirigir a su discípulo en la dirección correcta y que lo puede entender y potenciar.
- Este no es el momento apropiado. Hay que esperar.
- Buscar ayuda en alguien que sea buena persona y tenga amplios y profundos conocimientos en el tema, que entienda a nuestro consultante y sus circunstancias personales, potencie sus cualidades y respete lo que le gusta hacer y hace bien.
- Escuchar, respetar y tener en cuenta los consejos de personas mayores más sabias. No discutir, no pelear y saber reconocer que se es inexperto y en ocasiones se deja llevar por el entusiasmo y el ego.
En este caso, este muchacho preguntaba por algo muy concreto “crear un negocio ahora o más adelante” y la respuesta del I Ching ha sido “prepárate, busca ayuda en la experiencia de otros y escucha”.
No nos dice si ahora o mañana, pero el mensaje que le da al consultante es muy valioso, pues, aunque tenga oportunidad, ganas y recursos para hacerlo, no es el momento porque hay cosas internas en él que hay que mejorar.
Desde luego, nuestro amigo se quedó un poco frío con la respuesta, pues él esperaba un SI rotundo, porque tenía “todo” lo material para empezar. A pesar de eso siguió el consejo que le brindó el I Ching y meses más tarde, nos dijo que estaba trabajando en colaboración con otras personas y que estaba aprendiendo muchas cosas, que seguro, le valdrían para su futura empresa.
El I Ching es como ese abuelo o abuela anciana, paciente y con mucho vivido a sus espaldas. Tal vez no te de la solución a tu problema, pero desde luego te hablará de las herramientas con las que cuentas, de todo lo que te falta y de lo que conviene o no hacer ahora.
¿Y mañana? Cuando hayas trabajado en lo que te dijo y vuelvas a consultarle, sabrás si estás preparado para el siguiente nivel.
Consultad al I Ching, tirad las monedas e interpretar sus hexagramas, y por su supuesto escuchad lo que os dice, de forma directa o a través de metáforas con dragones y montañas, porque lo que subyace en su respuesta es con lo que os tenéis que quedar.
En este enlace podéis aprender cómo se trabaja con las monedas para extraer los hexagramas y sus mutaciones.
https://labrujulancestral.blogspot.com/2019/03/adentrandonos-en-el-i-ching.html
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