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miércoles, 27 de mayo de 2020

¿Realmente aprendemos de las situaciones difíciles?

Está muy arraigada la creencia de que de situaciones difíciles, procesos dolorosos e incluso enfermedades, siempre se saca un aprendizaje que nos hace mejores como individuos. En el momento actual que vivimos, mucho se habla de que esto nos hará mejores, como sociedad estaremos más unidos, etc.

Mi creencia en el ser humano es absoluta, pues creo que somos capaces de lo mejor y también de lo peor, por supuesto, pero no tengo claro que no sean otros factores los que intervengan a la hora de que todas esas profecías se cumplan  o no.

En caliente, cuando estamos en pleno embrollo con el problema que sea, siempre decimos: “a partir de ahora hay que tomarse la vida de otra manera”, “cuando esta temporada mala termine voy a vivir con menos estrés”,… así hasta el infinito.

Luego si la intención la tenemos, aparentemente nos hemos dado cuenta de lo que es y no es importante y de lo que realmente significa esta vida, ¿por qué esa transformación no se produce?, ¿por qué seguimos siendo capullos y no mariposas?

Para despejar estas dudas he extraído tres cartas de dos mazos distintos, el Oráculo Endora, y el Tarot de los Druidas, para ver qué nos dicen y sacar qué factores influyen para que ese cambio se produzca o no.


Lectura de tres cartas con Endora

En esta imagen del Oráculo Endora vemos lo siguiente:

Las crisis proporcionan el germen de una nueva perspectiva sobre la que poder intervenir. Es una especie de reseteo que dependiendo de la situación afecta a más o menos cosas de nuestra vida. Podría ser un ahora o nunca, pero más que porque mañana no tengamos la oportunidad de poder hacer esos cambios, porque el nivel de motivación ahora es muy alto y es bueno aprovechar la adrenalina inicial que nos empuja a hacer cosas.

La carta central nos indica que esos cambios permitirían disfrutar de todo aquello que tenemos al alcance de la mano y que hemos ido postergando, pensando que cuando quisiéramos volveríamos a ellos.

El cierre de la lectura lo marca un personaje con la mano abierta y ojos en blanco que emplea sus habilidades para un bien común. No mira con los ojos, pues parece tenerles vueltos, hacia dentro. Mira desde lo que ha aprendido y desde la consciencia de saber quién es y qué puede hacer para ser útil mientras permanece sereno.


Continuamos con la lectura, esta vez con el Tarot de los Druidas:

Lectura de tres cartas con el Tarot de los Druidas

Muy en la línea Rider Waite, el palo de espadas resulta nefasto, pero si nos detenemos un segundo y observamos la tirada,  observamos que la tercera carta, la Muerte, observa lo que ha ocurrido dos cartas más allá: una persona atravesada por diez espadas por la espalda y cómo ese paisaje de lucha continúa en la siguiente carta en la que un guerrero permanece de pie y otro se aleja derrotado.

La Muerte es la observadora de la secuencia de cartas que la preceden. Con los ojos cerrados, parece ver a través de la calavera que sostiene entre sus manos y a la vez reflexione sobre la información que ésta le proporciona: hay que cambiar este sistema de luchas que lo único que hace es que el que ganó ayer sea el perdedor de mañana. No tiene que referirse a una guerra, al fin y al cabo las espadas representan lo mental, lo agudo, lo que penetra; al igual que pueden clavarse o amenazar, también sirven para defenderse.

Pasamos de la derrota al abandono, y es que parece que nos hubiéramos rendido ante lo que significa vivir y estuviéramos siempre en permanente alerta y enfrentamiento.


¿Llegamos a alguna conclusión?

Pues llegamos a que todo parece como estos programas en los que se habla de sucesos extraños y asombrosos y que sólo se expone el caso pero no se llega a nada concreto porque no se puede confirmar nada al cien por cien. Y no porque las cartas no digan, que dicen y mucho, sino porque aunque nos orienten hacia dónde tirar, si pensamos en que el otro es el enemigo o en que la solución empieza por mirar sólo por uno mismo, no se cambiará nada.

Porque el problema que no tienes hoy puedes sufrirlo mañana y no hicimos nada para aligerar la carga del que lo pasó, cuando llegue tu momento de crisis tampoco habrá nadie para acompañarte.

Ambos mazos, desde su idioma nos dicen lo mismo. La lectura con Endora aconseja mirar para el conjunto, el total de los seres. Y en la lectura con el Tarot de los Druidas destaca el cambio y la eliminación de luchas y también de ideas que nos llevan a esas luchas infértiles y destructivas.

No hay conclusión final, por el momento, porque primero sería bueno ser conscientes de a dónde nos lleva el camino que estamos siguiendo. Estas dos lecturas nos han dado una instantánea de cómo está la situación y hacia donde sería bueno poner el foco de nuestra vida y nuestros latidos. Porque no siempre lo que te permite vivir te mantiene vivo.

Os animo a que realicéis vuestras tiradas a ver si llegamos a las mismas conclusiones, u os dan  respuestas más halagüeñas.

 

 

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