Los 4 Elementos: Filosofía y Esoterismo
Ya en la antigua Grecia se
hablaba de los Elementos principales que constituían la materia. Fue
Aristóteles el que consideró que la materia terrenal estaba compuesta por 4
Elementos: Tierra, Agua, Aire y Fuego, y un quinto elemento, también llamado “quintaesencia”
que sólo estaba en el espacio y los cuerpos celestes, el Éter.
Por lo tanto no es un concepto
que deba parecernos extraño cuando lo encontremos en oráculos como el I Ching,
el Tarot y la baraja española.
En Astrología también tenemos
los signos del Zodíaco catalogados por elementos.
Como signos de Tierra (Tauro,
Virgo y Capricornio), de Agua (Cáncer, Escorpio y Piscis), de Aire (Géminis,
Libra y Acuario) y de Fuego (Aries, Leo y Sagitario). Aportando características
y rasgos de temperamento según el elemento.
También para el Tarot, los
cuatro elementos se consideran como cuatro principios básicos de la existencia.
Jung realizó un estudio de estos
elementos y concluyó que cada uno de ellos se corresponde con cada una de las
cuatro funciones principales de la psiquis humana, en función de su predominio
sobre el consciente, que eran:
Tierra = Sensación
Agua = Sentimiento
Aire = Pensamiento
Fuego = Intuición
Así, en Tarot tenemos la
siguiente correspondencia:
Tierra = Oros
Agua = Copas
Aire = Espadas
Fuego = Bastos
Por lo que si asignamos las
partes de la psiquis a cada elemento, obtenemos la siguiente relación:
Tierra = Sensación = Oros
Agua = Sentimiento = Copas
Aire = Pensamiento = Espadas
Fuego = Intuición = Bastos
La Tierra es la composición de la base, el suelo de nuestro planeta. Ella nos sirve de soporte, de sustento (los alimentos) y de protección.
Gracias a que podemos trabajarla
obtenemos alimento y comida para nuestro sustento. Se le considera femenina “la
Madre Tierra o la Madre Naturaleza”.
Asociada con los Oros, éstos simbolizan lo material, lo que
se puede tocar, es el elemento más físico de todos (sensación), lo estable y lo
seguro.
Tres cuartas partes de la
superficie de la Tierra están cubiertas por Agua. Es un elemento
esencial para la vida y es como la sangre del mundo, recorre todo el planeta.
Pero se trata de un elemento cambiante, al igual que las mareas, su naturaleza
es el movimiento.
Las Copas al igual que el agua hacen referencia a las emociones, necesarias
pero variables.
El elemento Aire, es sutil e
invisible, no se puede coger ni ver, ni tocar, no es tangible pero sabemos que
existe, de hecho lo respiramos, llena nuestros pulmones y el espacio que nos
rodea.
A este elemento le corresponden
las Espadas, símbolo del pensamiento,
la inteligencia, la razón e incluso la justicia.
Y llegamos al Fuego,
el que representa intrínsecamente el cambio y la energía. Nos aporta luz y
calor, pero descontrolado puede convertirse en una fuente de destrucción. Es el
corazón, el núcleo de la Tierra.
A este elemento le asociamos los
Bastos, que representan la energía, la
intuición y la acción, el dinamismo y el entusiasmo.
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