El mensaje que nos trae el I Ching esta semana, tiene que ver con la confianza.
El hexagrama 58 con mutación en la quinta línea, nos advierte de la llegada de un tiempo de felicidad que será conveniente administrar con cautela.
La felicidad es la búsqueda principal del individuo: de eso trata fundamentalmente este hexagrama. Pero también habla de complacer, de ponerse de acuerdo y ser amable con otros, para sacar así también su lado más benévolo y conciliador.
Como en todo, si no hay equilibrio en las fuerzas, uno intentará abusar del otro y éste último saldrá perjudicado.
Los trigramas nucleares indican que la relación no es sólo productiva, sino que se pueden conseguir grandes logros a través de esa relación, pero para ello deberán ser compartidos.
El desequilibrio lo genera la mutación en esa quinta línea que hace que esa relación contenga un peligro: el hecho de que uno se imponga sobre otro, bien sea abusando de su buena fe, de su confianza o de su paciencia.
Y ante esto, ¿qué hacemos?
El conocer este hecho que nos genera desconfianza en el otro, ¿tiene que llevarnos a volvernos irascibles, atacar al otro o incluso tratar de imponernos sobre él para equilibrar esa tensión?
Pues la respuesta es no. La actitud del otro es la que no es buena, la que no es noble ni correcta, en una relación que se supone de colaboración. Nosotros tenemos que actuar conforme a como nosotros somos, manteniendo nuestro interior intacto, porque si no, nos volveríamos como la otra persona. Esto es fácil decirlo y algo más complicado llevarlo a cabo, pero lo que nos indica este hexagrama con esa mutación es que nos mantengamos centrados en lo que queremos conseguir, con cierto desapego al agravio, porque al fin y al cabo necesitamos al otro para conseguir ese fin compartido.
Esto es lo que llamamos serenidad, un bien muy preciado y escaso.
No hay que dejarse vencer por el desánimo ni forzar la situación creyendo que así se avanzará, por presión y obstinación.
Se trata por tanto de reorganizar las acciones y actuar con firmeza para conseguir lo que se busca.
A todos nos gusta una primavera de temperaturas suaves y lluvias finas, pero también son necesarios grandes vientos y fuertes lluvias que aireen la tierra y la nutran. Eso será una etapa un poco incómoda, pero una vez pasada podremos disfrutar de los días claros de brisa fresca.
Una vez que conocemos la situación, no nos hagamos mala sangre por ello. Porque por la propia construcción del hexagrama, se trata de un aviso, así que haciendo las correcciones oportunas, este desengaño se puede evitar.
El hexagrama nos dice que estamos confiando en alguien que nos fallará, que algo se está desmoronando y que seguimos con la idea fija de permanecer debajo, esperando a que eso ocurra.
Gracias a la advertencia del I Ching, podemos corregir eso, lo que se dice comúnmente como verlas venir y actuar en consecuencia.
No se trata de discutir ni de obligar al otro a que cambie de actitud. Es tiempo de esperar, (pues siguiendo por el camino actual no conseguiremos nada) y seguir actuando con la rectitud y calma que poseemos, pues la clave no está en que cambiemos nosotros, sino que el otro se dé cuenta y actúe en consecuencia.
Hay que tener serenidad y esperar, pues todo se arreglará. No cuando nosotros queremos, pero sí cuando sea posible, porque no olvidemos que este hexagrama nos habla de alegría, confianza y felicidad.
¡Feliz semana a todos!
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