SIGNIFICADO ESOTÉRICO Y SIMBÓLICO DEL ARCANO DEL LOCO
Según interpretaciones, El Loco
puede ser el arcano 22 o el 0. Personalmente creo que es el arcano que inicia
el viaje de la Vida por lo que le asigno el número 0.
Es la verdad, la inconsciencia,
el atrevimiento, el entusiasmo y la inocencia antes de que la materia lo
contagie de perjuicios, miedos y responsabilidades.
En el Tarot de Marsella se le representa como un bufón de la Edad Media,
vestido con un jubón adornado con cascabeles. Lleva un bastón que le conecta a
la Tierra, que le ayuda a marcar el paso y a tomar las energías que necesita de
ella. Posee un hatillo sujeto por una vara con forma de cucharon del que toma
las energías del cielo y un sombrero que recuerda al de los juglares, que
representa el poder creativo de la mente.
Le acompaña un perro, como
representación del sentido común, quien le trata de prevenir del peligro de
actuar con inconsciencia.
Se
relaciona planetariamente con Urano, primer soberano del universo, traicionado
por su hijo Saturno. Urano es un dios de relacionado con el cielo y la mente
superior.
En
la Mitología Egipcia, el niño Horus fue criado por Isis en los pantanos del
delta del Nilo, alejado de lo cotidiano,
escondiéndolo de su tío Seth, quien quería matarlo (curiosamente la
representación de Seth es el cocodrilo, el cual en el Tarot Egipcio aparece en
lugar del perro de otros mazos). El niño Horus (Arcano 0 o 21) es el heredero
del trono que tiene que vencer las fuerzas oscuras y suceder al rey
desaparecido físicamente, para ser gobernante por sí mismo.
A
su vez, el Loco ha sido relacionado con el dios griego Dionisios, que siendo niño
fue atacado por sus malvados tíos, los Titanes, los viejos dioses.
Ellos,
tras ganarse su confianza le
despedazaron y devoraron. Pero él renació para triunfar como el dios del
éxtasis y del placer infinito, que según el populacho, era como el vino, que
conduce a la locura a quienes lo siguen.
Desde
el punto de vista esotérico, embriagarse con vino simboliza estar pleno de la Luz
y el Conocimiento de la Sabiduría Superior.
Dionisios
fue llamado también Lusios, el libertador, que era capaz de que la gente por sí
misma saliese de sus convencionalismos y pudiera colocarse en ese estado de
locura divina.
En el Tarot de Rider-Waite podemos observar a un joven que va caminando
despreocupadamente hasta llegar al borde de un precipicio. Lleva un hatillo
atado al final de un palo y en una de sus manos sujeta una rosa blanca. El
joven va mirando al cielo, sin atender al camino, y está claro que no es consciente
del precipicio que se abre ante él. A su lado, un perrito blanco intenta llamar
su atención ladrando. En la esquina superior izquierda podemos observar un
radiante sol.
Toda la simbología tiene su sentido: El joven quizá como recuerdo de Adán, el
primer hombre, que como él, se precipita al abismo debido a su imprudencia; la
simbología fálica que aparece en la pluma de su cabeza representa la inocencia
y el entusiasmo de la juventud, el principio del viaje de la Vida. A diferencia
de otros mazos, el joven no va vestido de bufón, con cascabeles y colores
vivos; su figura, como todas las de Rider-Waite, es más sutil, estilizada y
espiritual, dejando atrás el concepto de burla.
Alegre y despreocupado, el Loco va caminando distraído,
mirando hacia el cielo (muestra de su abstracción, parece atender sólo a su
instinto), con el hatillo al hombro, que representa sus conocimientos, valiosos
y elevados, como simboliza el águila dibujada en él, pero aún escasos e
incompletos por la falta de experiencia y madurez, y la flor blanca en la mano,
nuevo recordatorio de su inocencia. (Algunos autores le comparan con personajes
legendarios, como Arturo y Parsifal, desconocedores e inconscientes de su
identidad y glorioso destino al principio de su historia).
El precipicio frente
a él, representa los peligros que le acechan, que la despreocupación y la
imprudencia del joven no es capaz de prever. Su ropa, bordada de tréboles y
ruedas, símbolos de la fortuna, representa cuanto de azar y riesgo hay en su
camino. El perrito que le ladra, que en otras barajas llega casi a morderle y
en otras más es reemplazado por un
cocodrilo, símbolo de la sabiduría en varias culturas, representa la
inteligencia y el sentido común que intenta vencer ese impulso entusiasta avisando
al joven de los peligros que se aproximan. La escena montañosa de fondo simboliza
la elevación del alma humana.
En esta carta predomina el
color amarillo junto con la presencia evidente del Sol, indicando que esta
carta está bajo la influencia de Apolo, el Dios Sol, que incluso se encuentra
simbolizado por el águila dibujada en el hatillo, (ya que el águila según la
leyenda, era el único animal capaz de mirar directamente al sol), y por la
corona de laurel que lleva el Loco (el laurel estaba consagrado a Apolo).
Apolo, dios de los poetas y los músicos, concede al Loco la inspiración, la
genialidad cercana a la locura que le incita a emprender su viaje.
Viaje que es infinito, a la vez
principio y fin (esta carta, que en la baraja Rider Waite es el cero, en otras
barajas es la 21, es decir, el penúltimo de los arcanos, antes del Mundo).
El Loco posee el potencial y el
entusiasmo, la magia y el deseo, pero carece de prudencia y experiencia.
Dicha experiencia la irá
alcanzando a lo largo del camino de la Vida, transformándose en los siguientes
Arcanos.
Muy interesante la informacion !
ResponderEliminarMuchas gracias, Manuel.
EliminarMe alegro de que te haya gustado.