El
mensaje de la semana a través del I CHING: Lo Suave (57)
En
este caso los dos trigramas representan el Viento, lo sutil, lo penetrante.
La
característica principal del viento es su persistencia y continuidad, es eso lo
que le hace realmente poderoso.
En la
imagen vemos a un hombre a caballo, bajo la sombra de unos árboles y frente a
un prado verde y luminoso.
El
viento agita los árboles y desprende algunas hojas que se desplazan delante del
jinete, como si le indicaran el camino a seguir.
De
forma voluntaria nos dejamos guiar de los vientos favorables.
El
viento, al igual que lo hace el agua, provoca cambios cuyos resultados se
perciben a largo plazo, como ocurre en
el caso de las dunas, o cómo el agua va tallando y dando forma a la roca
gota a gota.
Este
hexagrama nos habla de que este momento no es el adecuado para apresurarse,
hacer grandes planes a futuro y tener prisa. Es todo lo contrario, nos dice que
muchas veces, fluir con las situaciones en lugar de oponer resistencia es lo
más indicado para conseguir lo que queremos y necesitamos.
La
mayoría de las veces mantener un ritmo constante es mucho más enriquecedor que
hacer un gran sprint, sobre todo si nuestro objetivo está alejado en tiempo y
espacio.
Dosificar
fuerzas, ir poco a poco ganando metros al camino es mejor opción que hacer un
esfuerzo brutal en un momento determinado que nos dejará sin reservas para el
resto del tiempo y aumentará nuestro pesimismo y decepción.
Una
vez más, ser pacientes, tomar cierta distancia con los problemas u objetivos,
hará no sólo que les veamos con más claridad sino que a su vez, apreciaremos
nuestra posición con respecto a ellos.
Permanecer
en las situaciones sin que ellas nos afecten es tarea harto complicada pero es
necesario que nuestra mente adopte esa posición relajada, evitando tener un
optimismo y confianza exagerados de nuestras capacidades o que nuestra mente se
llene de dudas y miedos, ya que ambas situaciones sabotearán nuestro progreso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario