Mundo
moderno y Sabiduría antigua. Parte 10
Reproducimos
con una cierta dosis de sarcasmo involuntario las palabras de una luminaria de la Ciencia de principios del
siglo XIX, el francés Georges Cuvier: “Hombres prehistóricos distintos físicamente
de los hombres actuales no han existido nunca sobre la superficie de la Tierra ”.
En
su propio país, Francia, es donde se encontraron los restos fósiles del Hombre
de Cro-Magnon (castellanizado como Cromañón). Y podemos ver sus restos y los de
muchos otros en gran cantidad de museos por todo el mundo.
Cráneo del Hombre de Cromanón y del Neanderthal |
En
el sánscrito Libro de Manu (siglo II antes de J.C.) se indica que el germen de
la vida apareció en el agua a causa de la acción del calor. Luego se manifestó
como un mineral, una planta, un insecto, un pez, un reptil, un mamífero y
finalmente un hombre.
Otros
libros brahmánicos nos dan el siguiente orden de las Encarnaciones de Vishnú: pez, tortuga, verraco, hombre-león, enano,
hombre con un hacha, Rama y Krishna.
Parece
hacer un cierto olor darwiniano en esa serie. El pez se convierte en reptil,
luego el mamífero ocupa su lugar, apareciendo a continuación los primates
gigantes y enanos.
El
Gigantopithecus tenía una altura de unos cinco metros, en tanto que el
Pithecanthopus era corto de talla.
El
Cromañón, el “hombre con un hacha” es el verdadero progenitor del hombre
moderno. Rama es una alegoría del hombre civilizado y Krishna representa la
meta futura de nuestra especie: el hombre cósmico.
Estas
ideas de los sabios indios se anticiparon unos cuantos miles de años a la
teoría expuesta por Darwin.
Citamos
ahora a Anaximandro, siglo VI antes de J.C.: “El antepasado del hombre es un
pez: criaturas vivientes surgieron procedentes del agua”.
El
poeta romano Lucrecio, siglo I, nos legó en su poema Sobre la Naturaleza ,
una buena descripción de la “supervivencia del más apto”.
Siendo
sinceros no hay nada ofensivo en la teoría de la evolución: un proceso cósmico
de crecimiento desde las formas inferiores de vida hasta las más complejas. De
hecho esto encierra una promesa de un futuro aún más grande para la Humanidad.
Según
la Antropología
los monos antropoides aparecieron hace unos dos millones de años. No eran ni
monos ni hombres, pero puede que hay esté el origen del hombre moderno, y de
los simios también.
Los
estudios de ADN comparado, han establecido que la diferencia entre el humano y
el simio es tan sólo del uno por ciento. ¡Sólo un 1% diferencia a un mono de un
hombre!
Si
al período mencionado antes de dos millones de años, que podría representar el
lapso de existencia humana sobre este planeta, lo equiparamos a la duración de
un año, entonces el Australopithecus surgió en 1 de julio, el
Pithecanthropus apareció el 14 de octubre, el hombre de Neanderthal en
navidad, y el de Cromañón el 27 de diciembre.
Siguiendo
con esta metáfora, hoy es 31 de diciembre, y este día ha tenido una duración de
5.500 años.
El
hombre primitivo empezó a construir herramientas entre los meses de Julio y
Septiembre. Pero tuvo que esperar hasta la segunda semana de Diciembre para
descubrir… ¡el fuego!
Durante
once meses el antepasado del hombre fue separándose poco a poco del reino
animal, adoptando una postura erecta y desarrollando su cerebro.
Nuestro
progenitor más cercano es el hombre de Cromañón. Medía en torno a 1,80 metros , era
inteligente y bien parecido. Surgió hace unos 35.000 años durante el último
período glacial y tuvo una existencia continuada hasta la aurora de la Historia , convirtiéndose
en el padre del hombre moderno.
El
Neandertal europeo no se le parecía. Medía sólo 1,65 metros , con cortos
pero muy musculazos miembros, una amplia caja torácica, al estilo de la de
Pavarotti, y pesaba unos 80 kilos. Tenía una frente pequeña, el término que
mejor la describe es huidiza, ya que parece que huye hacia la parte posterior
de la cabeza. Carecía casi de barbilla y se le puede considerar feo en
comparación con el Cromañón.
Hubo
una época en que ambos compartieron este planeta, pero el Cromañón, más
inteligente, acabó eliminando al Neandertal, que era más fuerte. Hubo cruces
ocasionales entre ambas razas creando un mestizo que estaba a medio camino
entre la inteligencia del Cromañón y la fuerza bruta del Neandertal.
Si
tenemos en cuenta que fueron necesarios centenares de miles de años para crear
a partir de los primates al Neandertal, un ser rechoncho, sin frente ni
barbilla y de nariz gruesa, ¿cómo pudo el Cromañón desarrollarse en tan sólo
unos pocos miles de años?
Consideremos
brevemente el retrato de un Cromañón: se vestía con pieles que cosía y bordaba,
pintaba hermosas figuras en las rocas de las cuevas, tallaba huesos de mamuts y
también llevaba calendarios de acuerdo con la observación de la
Luna. Se cree que incluso tenían escuelas
de arte.
¿No
nos parece demasiado familiar?
Los
yacimientos arqueológicos prehistóricos están llenos de vida y están
reescribiendo el pasado cada dos por tres. Hallazgos como los de Atapuerca, en
Burgos (España) abren las posibilidades a nuevos y prometedores descubrimientos
sobre nuestras raíces.
Homo Antecessor de Atapuerca (Burgos) |
Nuestro
planeta ha sufrido períodos de glaciaciones de diversa duración. El último
finalizó hace unos 12.000 años. Pero también hubo períodos interglaciares, y en
uno de ellos estamos viviendo nosotros ahora.
Hace
150.000 años prevalecía un clima muy cálido, durante el cuál la civilización
pudo perfectamente haber nacido, florecido y después muerto en una nueva oleada
de hielo. El hombre de Cromañón puede haber sido un superviviente de esa época.
Esta hipótesis teórica podría explicar su gran cerebro y amplia frente.
Igualmente podía llevar en su herencia genética rasgos de otra raza más
antigua, de la misma manera que nosotros portamos parte de sus genes.
Antes
hemos hecho una comparación del tiempo de permanencia humana sobre la Tierra con un año. Llevemos
esa comparación a un día, ese día que estamos viviendo ahora mismo y que
decíamos que era el 31 de diciembre, y dividámoslo en 12 horas, desde las seis de la mañana
hasta las seis de la tarde (más o menos desde el amanecer hasta el atardecer).
Hoy
a las 7 de la mañana descubrimos la aleación del bronce, la escritura y la
rueda.
A
las 8 empezamos a construir ciudades.
En
torno a las 11 de la mañana aprender a fundir y forjar el hierro.
Sobre
la 1 de la tarde nuestros ancestros griegos meditan, y con mucho acierto como
estamos viendo, sobre la naturaleza del Universo, desde el átomo hasta el viaje
espacial.
Es
en torno a las 4.30 de la tarde cuando nos despertamos de la siesta que nos
supuso la Edad Media ,
y empezamos a desarrollar la herencia científica que nos llegó de Grecia.
A
las 5 de la tarde los grandes exploradores navegan por los océanos y descubren
nuevos continentes y abren nuevas rutas comerciales.
Y ya
a punto de ponerse el sol, rompemos un átomo creando las armas de destrucción
masiva y volamos hasta la Luna.
Bibliografía:
La conexión cósmica - Carl Sagan
Alquimia - Titus Burckhardt
Astronaves en la Prehistoria – Peter
Kolosimo
El Mago - John Fowles
El Gran Arte de La Alquimia - Jacques Sadoul
El Mensaje Oculto de La Esfinge - Colin Wilson
Enigmas Arqueológicos - Luc Burgin
Enigmas Sin Resolver – Iker Jiménez
Profeta del Pasado - Erich Von Daniken
Shambhala - Andrew Tomas
Stonehenge - Fernand Niel
Enigmas De La Historia - Taylor Jeremy
El retorno de los brujos – L. Pauwels y J.
Bergier
Recuerdos del futuro - Erich von Daniken
Dioses, tumbas y sabios – C.W. Ceram
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