El
mensaje de la semana a través del I CHING: La Verdad Interior (61)
El
trigrama superior simboliza el Viento, el saber, el influjo, la madera, lo
suave, el suelo.
Culmina
el tiempo de la madera.
El
Suelo es el centro del hemiciclo Yang.
El
trigrama inferior representa el Lago, la alegría, el agua, la serenidad, lo
placentero, lo expresivo, lo comunicativo, lo abierto.
El
lago está abierto por lo que deja que su vapor se escape, estimulando y
fertilizando el entorno.
El
Viento sopla sobre la superficie del lago y mueve su lámina de agua. Lo
invisible (el Viento) se hace visible a través del movimiento del agua (el
Lago).
En la
imagen aparece una casa en lo alto de una colina.
El
cielo está despejado y por su posición parece que es por la tarde.
No
aparecen personas ni animales y la vegetación es escasa.
Parece
que la casa está sumida en un profundo silencio.
Es
sólo en estados de quietud y silencio cuando tomamos consciencia de nosotros
mismos.
La
intuición se despierta en ausencia de ruido, es en esos instantes en los que podemos
ver la solución a algunos de los problemas que nos acechan.
En
ocasiones, por muchos consejos que te puedan dar, la respuesta, en no pocas
ocasiones, está en nuestro interior.
Todos
los humanos estamos conectados por los mismos miedos, las mismas inquietudes,
idénticos anhelos y esperanzas, y a pesar de nuestra ignorancia, torpezas y
errores, tenemos el mismo potencial para la autorrealización, la única
diferencia es el ámbito en el que nos autorrealizamos.
A unos
le llama la ayuda a los otros, a otros la enseñanza, a otros la sanidad, y no
estoy hablando de profesiones, sino de valores y acciones que nos hacen
sentirnos bien.
Otros
simplemente se encuentran a sí mismos, ven la realidad que los rodea y
disfrutan sin agobios y con lo mínimo imprescindible, porque el exceso de cosas
les impide disfrutar de su libertad, siempre y cuando se puedan autoabastecer,
que no siempre es posible.
Es
necesario tener una autoestima en unos niveles equilibrados para darnos cuenta
de lo que realmente necesitamos como individuos (que no tiene por qué coincidir
con lo que el sistema nos exige), lo que nos hace únicos, y comprender si
estamos desarrollando esos potenciales a pesar de las actitudes egoístas que tenemos.
Puede
que nosotros no seamos capaces de ver nuestra imagen interior, nuestra Verdad
interior al margen del engranaje social y económico que nos envuelve y
embriaga, pero lo que está claro, es que tanto si somos capaces de verlo como
si no, está ahí, esperando a que en una tarde de silencio tomemos consciencia de
nuestra realidad y dejemos que salga lo que realmente somos, nuestra esencia.
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