El As de Espadas: El poder intelectual

SIGNIFICADO ESOTÉRICO Y SIMBÓLICO DEL  ARCANO DEL AS DE ESPADAS

El As de Espadas: el poder intelectual, la confirmación

Vamos a hablar del As de espadas.

La espada ha sido un elemento mítico y esencial en las distintas culturas, tanto de oriente como de occidente.

La Biblia menciona en el  Génesis la espada ardiente que puso Yahveh delante del jardín del Edén para que nadie pudiera acercarse al Árbol de la Vida, indicando que esa espada forma parte de la armadura de Dios, tal y como Pablo de Tarso afirmaba en su carta a los Efesios 6: 

“Para todo, embrazad el escudo de la fe, en el que se apagarán los dardos incendiarios del maligno. Poneos el casco de la salvación, y empuñad la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios”

En Japón, la espada forma parte de los Tres Tesoros Sagrados que forman el Tesoro Sagrado junto con un espejo y una joya.

A estos tres tesoros se les atribuyen cualidades humanas.

A la espada el valor, al espejo la sabiduría y a la joya la benevolencia.

En España, se ha visto que en algunas hojas rezaba esta inscripción: “No me saques sin razón, ni me envaines sin honor" "No hagas uso de mi sin justicia, ni me guardes sin honor".

Las espadas representan el intelecto, la razón, la reflexión, los estudios, los conflictos, las lucha internas, las peleas, los infortunios, las enfermedades y también el orden, la justicia y el equilibrio.

Las Espadas simbolizan el elemento Aire. 

El aire al ser invisible se le considera el halo espiritual que penetra en la materia, y hace referencia a los signos de Acuario (el aire helado y penetrante con una mente aguda, en constante búsqueda y con una intuición que va más allá de los sentidos), Géminis (el aire inestable con mente cambiante y brillante aunque egoísta y superficial) y Libra (el aire moderado de mente equilibrada y justa).

En el Tarot de Marsella, el As de espadas está representado por una mano divina que sujeta una espada con firmeza.

Dicha espada parece que mantiene en equilibrio una corona de la que penden una rama de olivo y una palma.

La composición es casi en su totalidad simétrica, como si de los dos hemisferios cerebrales se tratase, lo racional y lo instintivo.

Sirve para destruir pero también para restablecer el orden.

El color de la espada es azul representando el intelecto y la empuñadura roja, la pasión, la ira, pero es por ahí, por la empuñadura, donde se ejerce poder sobre la espada para que sea la razón la que aplique justicia.

En el Tarot de Rider Waite, como en los demás ases, una mano derecha divina, (la mano de poder)  surge de las nubes, en este caso sale por el lado izquierdo, al igual que el As de Oros, sujetando una espada que corta por ambos lados ya que tiene doble filo, representando el dolor y la muerte y por otro la justicia y el orden.

El paisaje inferior carece de vegetación, apareciendo sólo unas montañas de aspecto bastante frío e inhóspito.

La espada atraviesa una corona que representa el plano material, (los logros, el poder y la riqueza), queriéndonos decir que atraviesa y domina lo material para ir más allá, para trascender hasta su esencia espiritual, al plano psíquico.

De la corona caen 6 Iods queriéndonos decir que contamos con la intervención divina para conseguir la justicia, el equilibrio y la verdad.

La corona está adornada por ramas de olivo que simbolizan la paz y por palmas, que representan la victoria.

A lo largo de la vida llegarán tiempos en los que tendremos que hacer frente a las adversidades y para ello necesitaremos poner a prueba nuestro valor y nuestra entereza, será entonces cuando si nos aparece este Arcano debamos seguir el consejo de actuar con reflexión e inteligencia, con valor y contundencia; se acabaron las bromas hay que ser firmes y tajantes para recuperar el equilibrio y obtener justicia, lo que no quiere decir que deba ser a través de la violencia sino desde la razón y la ética, aprovechando los recursos interiores para alcanzar el equilibrio y la justicia, contando siempre con el apoyo de la verdad y viendo las cosas con honestidad y frialdad, sin ningún tipo de sentimentalismos ni pasiones.