La Noche de San Juan se conoce como la noche más
corta del año, cuando en realidad esa característica la tiene el Equinoccio de
Verano, que concretamente fue ayer.
Tradicionalmente,
esta noche, la que va del 23 al 24 de Junio, se encienden las hogueras para
representar la luz entre la oscuridad, siendo un cántico de la máxima plenitud
del Sol.
Se encienden
las hogueras por la noche hasta la salida del Sol del día 24 de Junio, que es
el encargado de arrojar luz al camino de los hombres hacia su Humanidad más
elevada.
Las hogueras,
mediante su luz, tiene la función de expulsar a demonios, brujas, enfermedades
y males, eliminando lo malo y dando paso a lo bueno.
Saltando por
encima de sus llamas nos purificamos y avanzamos hacia una conciencia más
elevada.
Los antiguos
llamaban “puertas” a los solsticios.
La del
Invierno, “Puerta de los Dioses”
y la de Verano “Puerta de los Hombres”.
La puerta de
Bóreas, al Norte, (dios griego del frío Viento del Norte, el encargado de traer
el invierno) es la bajada de los hombres.
Aquí tenemos una imagen mitológia de Bóreas raptando a Oritía para llevársela a tierras frías. Bóreas no era un ángel, se le representa con alas porque vive en el Cielo.
La puerta de
Noto, al Sur, representa la bajada de los dioses e inmortales.
Por lo
tanto, los solsticios eran símbolos del paso entre el espacio–tiempo de los
hombres y la atemporalidad de los dioses.
En la antigua Roma, el guardián de las puertas que lo vigilaba todo era el misterioso
dios Jano, con sus dos caras, una a la contra de la otra, que llevaba un bastón
en su mano derecha y una llave en la izquierda como símbolos de poder real y espiritual.
En el cristianismo
se identifica esta fiesta por un lado con San Juan el Bautista,
introductor de los seres en la “caverna cósmica” y por otro el Evangelista.
Las aguas de
San Juan corresponden al signo de Cáncer, casa de la Luna.
La relación
del planeta con el agua simboliza el campo emocional y puerta de entrada a la “caverna cósmica”, que representa el
útero y todo lo relacionado con la gestación y fructificación, que esta noche
recibe influjos positivos. Como decían nuestros antepasados “En la Noche de San
Juan entra el mosto en el grano de uva”.
En Inglaterra denominan a este día “Midsummer Day”, el
día de la mitad del verano, en el que lo
visible e invisible se entremezcla.
Se cuenta
que ese día las brujas vuelan en sus escobas en dirección al árbol Benevento, (el
místico nogal que se arrancó en la Edad Media por considerarle un árbol maldito)
donde celebran sus aquelarres.
Para
neutralizar sus efectos se recurre a las plantas milagrosas y aguas bendecidas
por el Santo.
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