Apuntes sobre Jung y su visión del Tarot: El Viaje del Héroe.
En este blog ya hemos dicho varias veces que el
Tarot es mucho más que un mero sistema de adivinación. Incluso Carl Gustav Jung,
uno de los padres de la psicología moderna y del psicoanálisis, vio en el Tarot
una representación simbólica de los arquetipos que permiten llegar a la
integración de la Conciencia y a su Despertar. Fue el primero en usar la
expresión “viaje del héroe” para referirse a este proceso de despertar a lo
largo de la serie de arcanos del Tarot.
De esta forma el Loco simboliza al niño recién
nacido, sin conciencia, inocente. El Mago nos trae el inicio de la Conciencia y
el nacimiento del “ego” individualizado que usa las armas de la conciencia que
tiene a su alcance (la copa, oro, basto y espada de su mesa) para conquistar el
mundo.
Arcano del Mago del Tarot Rider Waite |
Los cuatro arcanos siguientes nos traen lo que
Jung llamaba las cuatro funciones: intuición (Sacerdotisa), percepción
(Emperatriz), sensación (Emperador) y pensamiento (Papa).
Con el siguiente arcano, los Enamorados, nos
encontramos con la primera encrucijada vital, y representa el período de la
adolescencia.
Luego viene el Carro, en el que el hombre se
construye una máscara social o personalidad para interrelacionarse con el
mundo.
El héroe entra en la madurez de la conciencia
cuando llega al arcano de la Justicia. Pero, siempre hay un pero, el aspecto
consciente de la mente se ha desarrollado a costa del inconsciente, y a partir
de ahora veremos cómo se intenta recobrar el equilibrio perdido.
El Hermitaño exige un proceso de autoexamen, una
introspección, para reorientarnos y alcanzar un crecimiento aún mayor de
nuestro despertar.
La Rueda de la Fortuna nos marcaría el punto central
o medio de nuestra vida, el eje de simetría temporal, a partir del cual empieza
el declive del poder físico.
Es ahora, tal y como vemos en la simbología de
la Fuerza cuando el hombre es capaz de enfrentarse a su propio inconsciente, y
a sus fuerzas y trampas primitivas.
El Colgado nos está simbolizando la inversión de
los valores que se produce en este proceso de crecimiento y despertar, el dar
mayor importancia a lo espiritual frente a lo físico, a lo inconsciente frente
a lo consciente. Desde este punto de vista, podemos decir que es el complemento
de la Justicia.
Al llegar al arcano número XIII, la Muerte, el héroe
(nosotros mismos) trasciende su propio ego y usa su energía en la búsqueda del “yo”
superior.
Si el sacrificio del “ego” ha dado fruto o no,
es algo que sabemos al llegar al arcano de la Templanza. En caso positivo, dará
lugar a una renovación del contacto con los poderes vitales externos e
internos.
Pero si en todo momento debemos prestar
atención, ahora llegamos a un momento más peliagudo si cabe. El Diablo nos
advierte sobre la liberación repentina del inconsciente y sus sombras. El
hombre tiene que debatirse entre someterse a sus instintos o vencerlos. Es la
clásica figura del diablo visto como el Gran Tentador.
Con el arcano de la Torre recibimos de lleno el
impacto de la luz del “yo” superior. Su poder arrasa y destruye todo aquello
que sea un impedimento para la consecución del objetivo propuesto, que es el
Despertar de la Conciencia.
El arcano número XVII, la Estrella, es la
conciencia superior que va a ser guía del héroe en esta “noche oscura del alma”,
por la que todos pasamos al realizar este camino de crecimiento espiritual, y
que queda perfectamente simbolizada en el arcano de la Luna.
Arcano de la Luna del Tarot Reflections |
El Sol encarna la reconciliación alquímica de
los opuestos, masculino y femenino, o en nuestro caso particular, materia y
espíritu, a la par que el Juicio nos está simbolizando el renacimiento de la
personalidad integrada y equilibrada.
Finalmente el arcano XXI, el Mundo, es la imagen
simbólica y arquetípica de un mandala que expresa la plenitud psíquica al
finalizar nuestro pequeño-gran viaje.
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