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lunes, 16 de noviembre de 2015

El Oráculo del I Ching: El Retorno, el cambio del tiempo.



El mensaje de la semana a través del I CHING: El Retorno (24)

El trigrama superior representa la Tierra, mantenerse quieto, el descanso, la meditación, lo perdurable

Es el punto de equilibrio entre Yin y Yang, donde las cosas son útiles.

El trigrama inferior simboliza el Trueno, lo perturbador, lo impulsivo, lo que provoca el movimiento.

El tiempo de la oscuridad deja paso al triunfo de la luz.

Es un hexagrama que representa el cambio del tiempo, el solsticio de invierno en el mes de Diciembre que trae la luz.

En época romana se celebraban las fiestas paganas de las Brumales y las Saturnales, en las que el 25 de Diciembre se disfrutaba del nacimiento del Sol invencible “Natalis Solis Invictis”, personificado en el dios Mitra cuyo culto tiene origen persa.

Para el Cristianismo estas fechas corresponden con la Navidad y para los Celtas es Yule, el momento en el que la rueda del año se encuentra en el punto más bajo dispuesta a subir de nuevo.
Parece ser que siempre se han celebrado las mismas fechas en los diferentes lugares del mundo, sólo que cada uno le ha asignado un nombre.


El Oráculo del I Ching, (24) El Retorno


En la imagen vemos una montaña rocosa en un paisaje de colinas verdes y unas nubes que ocultan el nacimiento de un trueno, que está descargando sobre la roca fracturándola en pedazos.

Cuando todo permanece en calma o estamos pasando por una época de dificultades, o de estancamiento, pensamos que todo va lento y que no va a cambiar nunca.

Las estaciones se suceden unas a otras, y justo en el punto culmen de su desarrollo ya están moviéndose energías ocultas que harán que surja la siguiente estación.

Bajo la nieve de los últimos días del Invierno, la tierra comienza a activar los mecanismos que harán que surja la Primavera.

Esto se nos va avisando a través de días más largos, con más horas de luz y un ligero aumento de la temperatura.

Suelo relacionar esa etapa de parón con una montaña rusa, cuando has ascendido al punto más alto de la atracción, ese instante en el que todo permanece inmóvil, es justo el indicador de ese descenso rápido y vertiginoso que le sucederá.

Impacientes por naturaleza, los humanos debemos aprender a esperar, ya que todas las cosas tienen su momento para producirse, ni antes ni después.

Permanezcamos al calor de la lumbre si la nevada es tan grande que no nos permite salir al exterior y disfrutemos de ese momento de paz y calma sin tensión, sin prisa porque deshiele y volver a nuestras rutinas, porque mañana el sol derretirá la nieve y nos traerá nuevas oportunidades, tal vez no sea lo que estamos esperando, pero seguro que lo nuevo que venga nos ayudará a avanzar y crecer en nuestro camino.

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