Todos
los elementos del Tarot tienen un valor simbólico y nada de lo que aparece en
los arcanos es por casualidad, y mucho menos los colores que aparecen en los
Arcanos.
A
continuación damos un breve repaso a la simbología de los principales colores
que se suelen usar en su representación.
NEGRO
Vibración
de color que está enfrentada al blanco y que podemos situar en uno de los
extremos de cualquier gama cromática.
Según
el matiz que tenga, o su brillo, se convierte en la ausencia de color o en la
suma de todos ellos.
Aspecto negativo (ausencia de color).
Relacionado
con las tinieblas primigenias, con la indiferencia original y con la “nada”.
Sirve de soporte a representaciones simbólicas, por ejemplo el caballo de la
muerte.
Aspecto positivo (suma de colores).
Es
una representación tradicional de la fertilidad de la Tierra donde se regenera
el mundo. Color de la fecundidad y de las diosas paganas de la fertilidad,
también es símbolo de la noche y de la materia.
ROJO
Es
un color ambivalente. Una parte de su dualidad se relaciona con la sangre, lo
que le convierte en un color femenino. Pero por otro lado se trata del color
del fuego y del Sol, que son atributos masculinos.
Rojo Nocturno.
Simboliza
la energía, el fuego central, el misterio, la vida y la muerte, el secreto
primordial. Se trata de un rojo matriarcal, el color del alma, el corazón, la
ciencia y el conocimiento esotérico que los sabios ocultan bajo sus mantos.
Rojo Diurno.
Simboliza
la acción y se asocia al blanco y al oro. Representa la fuerza vital y
manifiesta las virtudes guerreras, la conquista, fuerza impulsiva y vitalidad.
Es sinónimo de juventud y pasión.
NARANJA
Se
trata de un color que está a caballo entre el rojo y el amarillo y que, por
tanto, es el intermediario entre el oro celeste (amarillo) y el mundo
subterráneo (rojo). Fiel de la balanza en cuyos platillos se pesan el espíritu
y la líbido. Representa lo físico, la carne, mediadora entre el espíritu y la
materia.
AMARILLO.
Color
muy intenso, cegador, y a veces estridente. Es, de lejos, el más caliente,
expansivo y ardiente de los colores. Representa la luz de oro, el vehículo de
la juventud, la fuerza y la eternidad divinas. Es el color de los dioses y lo
eterno. En el Tarot se usa para simbolizar la sabiduría mental, la alegría y la
luz.
VERDE.
El
color verde se encuentra situado a medio camino entre el azul (símbolo del
cielo) y el rojo (representación del infierno). Es el mediador entre el frío y
el calor, lo alto y lo bajo. Color tranquilizante, refrescante y humano.
Representa al reino vegetal, a las aguas y a la primavera. Es el primer color
que nos viene a la cabeza cuando pensamos en la Madre Naturaleza. Color
atribuido también a las diosas de la fecundidad. Símbolo universal de la
esperanza, pero también de la fuerza, la juventud, la longevidad, la
inmortalidad y la regeneración. En los arcanos del Tarot se usa también para
representar el color de la vida y su poder de regeneración.
AZUL.
Este
color es el más frío e inmaterial de todos. Simboliza el desapego del alma
frente al mundo, y el vuelo libre de ella hacia Dios, por lo que de siempre se
ha utilizado para los mantos en las representaciones de la Virgen María. En el
Tarot es el color de la espiritualidad.
BLANCO.
El
blanco está situado en el extremo cromático opuesto al color negro, siendo
ambos contrarios uno del otro. Como pasaba con ese color, también en el blanco
su matiz o brillo se pueden convertir en ausencia o suma de colores.
Aspecto Mate (ausencia de color).
Se
suele usar para representar a la muerte absorbiendo al ser y como introducción
a un mundo lunar y frío. Lleva al vacío, a la desaparición y la ausencia.
Aspecto Brillante (suma de colores).
En
este caso representa el blanco del amanecer, carente aún de colores pero lleno
de potencialidad. Color rebosante de posibilidades vivas. La nada llena de vida
justo antes del momento de materializarse. El poder del alba. En los arcanos
del Tarot su simbolismo se asocia a lo eterno, la pureza y lo permanente.
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