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viernes, 6 de noviembre de 2015

El Tarot del Renacimiento



Durante los siglos posteriores a la Edad Media, Europa se despertó de un largo letargo oscurantista y se dispuso a retomar la antorcha de conocimientos que brillaba en la Antigüedad y a restablecerlos cánones de belleza clásica dando prioridad al estudio y al conocimiento. Se redescubrieron los clásicos (Homero, Virgilio,…) y se tomaron a la Grecia y a la Roma clásicas como modelo. Nacía de esta manera el humanismo. Los señores feudales dieron paso a los príncipes ilustrados que mantenían a los artistas encargándoles obras de todo tipo.

De esta forma en ciudades italianas como Milán o Ferrara se agruparon artesanos de variadas especialidades, entre ellos se encontraban numerosos miniaturistas que realizaban triunfos, barajas de cartas o Tarots. De esta época son los 17 triunfos conservados en la Bibliothèque Nationale de Paris, conocidos como Tarot de Carlos VI o Tarot de Estensi, y los frescos que el duque Borso d’Este mandó pintar en la Sala de los Meses del Palacio Schifanoia.

El Tarot del Renacimiento que os enseñamos hoy se inspira en esas dos fuentes, así como en la estética general de esa época prodigiosa en la que el hombre se convirtió en la medida del mundo.

Vamos a repasar sus Arcanos Mayores:

En el Tarot del Renacimiento, el Loco impone su gigantesca presencia, símbolo del predominio y de la amenaza del inconsciente, a cuatro pequeños hombres, representación del orden y de la conciencia, que sustituyen a la figura del perro que suele ser la habitual en este arcano.
Su semidesnudez alude a los instintos y a la degradación materialista de los mismos. Las orejas de asno que lleva en su gorro hacen referencia a la manifestación de la ignorancia.

El Loco del Tarot del Renacimiento


En el Mago también se mantiene una descompensación en el tamaño de los personajes. Los dos que vemos en primer plano representan las dos vías de conocimiento, que ya hemos mencionado repetidamente en este blog, tienen un tamaño mayor que los cuatro personajes que aparecen en el arcano anterior. El mago, como muestra de su poder, sigue siendo enorme.
Es de los pocos mazos en los que el mago no aparece solo.

El Mago del Tarot del Renacimiento


La Sacerdotisa aparece representada como una auténtica Papisa y luce todos los atributos que convencionalmente se aplican al arcano del Papa en la mayoría de los mazos de Tarot. Es tal vez uno de las más claras representaciones de la leyenda de la Papisa Juana.
En el mazo que nos ocupa, el libro ha sido sustituido por la llave, símbolo de la iniciación y discriminación, que en el catolicismo es el atributo de San Pedro y, por lo tanto, del Papa como su legítimo sucesor. Aquí simboliza además la clave del conocimiento.
Sus manos enguantadas recuerdan también a las del Papa de los mazos tradicionales, y el báculo representa el poder celeste que ostentan los obispos.

La Sacerdotisa del Tarot del Renacimiento


La Emperatriz ha cambiado su habitual escudo por un orbe en su regazo, símbolo del poder soberano. Asimismo el cetro que lleva en su mano derecha indica que el poder que ostenta es activo; la flor de lis que remata el cetro es signo de realeza, especialmente de la monarquía francesa desaparecida tras la revolución de 1789.

La Emperatriz del Tarot del Renacimiento


El Emperador, al igual que en la Emperatriz, se ha sustituido el orbe del cetro por la flor de lis. En lugar del escudo, aparecen dos jóvenes, encarnación de las dos vías de conocimiento, la solar o iniciática (alquimia y magia) y la lunar o mística (iluminación). Sus reducidas dimensiones y su actitud de recogimiento subrayan el poder del Emperador.

El Emperador del Tarot del Renacimiento


El Papa es el primer arcano de este mazo en el que el personaje principal se humaniza al adquirir unas proporciones similares a las del resto de personajes que aparecen.
En efecto, los dos obispos que están a su izquierda y derecha (de nuevo las dos vías) conservan proporciones lógicas. Asimismo el libro que tradicionalmente sujeta la Sacerdotisa en su mano, aparecen en el regazo de este arcano que al mismo tiempo sujeta en su mano izquierda las dos llaves de las puertas del reino, lo que le confieren autoridad espiritual y realeza.

El Papa del Tarot del Renacimiento


La escena que vemos ilustrada en el arcano de los Enamorados adquiere en este mazo de Tarot una dimensión puramente humana siendo además posiblemente la representación más numerosa (seis personajes humanos y dos ángeles).
Sobre la nube, símbolo de la revelación divina, surgen dos cupidos (encarnación del deseo y del amor en sus vertientes positiva y negativa).
Bajo ellos tres parejas vestidas a la usanza renacentista representan el ternario (mente, emoción y cuerpo) en sus dos polaridades (masculina y femenina).

Los Enamorados del Tarot del Renacimiento


El personaje que aparece representado en el Carro permanece en pie sobre él, lo que es una novedad con respecto a otros mazos, manteniendo el equilibrio sin aparente esfuerzo y demostrando así que es él quien tiene el control. En su mano izquierda lleva una alabarda, en representación de la guerra y del trabajo que hace el héroe en su inconsciente para mantener el equilibrio. Los caballos, ambos de color blanco, símbolo de pureza, aluden a los instintos sublimados.

El Carro del Tarot del Renacimiento


El arcano de la Justicia recupera el carácter de arquetipo que transciende la esfera de lo humano gracias al tamaño y a su actitud hierática, en clara contraposición a la humanización del personaje del Carro. El halo que rodea su cabeza recuerda a una telaraña. La justicia divina teje el destino de los hombres igual que la araña teje su tela.

La Justicia del Tarot del Renacimiento


El Ermitaño aparece representado como un anciano al pie de una montaña rocosa, símbolo de ascensión y trascendencia. Los atributos habituales de este arcano, el bastón y la lámpara, han sido sustituidos por un reloj de arena, representación simbólica del paso del tiempo y emblema de Saturno.

El Ermitaño del Tarot del Renacimiento


La Rueda de la Fortuna se alza sobre el suelo fértil en el que está tumbado un anciano, símbolo de la decadencia y la muerte, aunque también de la sabiduría. Con respecto a los tres seres que están incluidos en el ciclo vital de la rueda, el ser medio asno y medio hombre ascendente de la derecha representa la fase evolutiva, el asno en la cumbre sugiere la presunción del ignorante, mientras que el joven cayendo hacia el suelo alude a la comprensión.
Tanto el conjunto de los personajes como sus características manifiestan el devenir del destino y lo fugaz de sus conquistas.

La Rueda de la Fortuna del Tarot del Renacimiento


La Fuerza aparece como el arquetipo femenino todopoderoso y enmarcado por una aureola en forma de telaraña. El típico león asociado a esta carta ha sido cambiado por una columna rota, símbolo de la amenaza que representa la fuerza del espíritu ante la aparente fuerza material.

La Fuerza del Tarot del Renacimiento


El Colgado aparece con las manos desatadas y en cada una lleva un pequeño saco en el que atesora sus experiencias, procedentes tanto de su conciencia como de su inconsciente.

El Colgado del Tarot del Renacimiento


La Muerte se presenta como el más dinámico de todos los arcanos aparecidos hasta ahora en este mazo. La agitación del esqueleto (muerte y renacimiento) contrasta con el tranquilo estoicismo del que hacen gala los personajes que han recibido en sus cuerpos el filo de la guadaña (el paso del tiempo). El caballo negro es portador tanto de vida como de muerte.

La Muerte del Tarot del Renacimiento


La Templanza no aparece representada como un ángel, sino que ha sido sustituido por la misma mujer que aparece en los arcanos de la Justicia y la Fuerza. Otro detalle que difiere con respecto a otras versiones es que la posición de las jarras está invertida.

La Templanza del Tarot del Renacimiento


El Diablo ha sido humanizado en la representación que nos ofrece este Tarot. Su aspecto general es el de un hombre y tan sólo los cuernos y garras de sus pies nos recuerdan sus características sombrías y subterráneas. En el taparrabos podemos ver la representación del macho cabrío. En su mano izquierda hay un tridente, símbolo de su poder sobre las aguas del inconsciente, y con la mano derecha hace un mudra que representa el ternario mencionado anteriormente.

El Diablo del Tarot del Renacimiento


La Torre del arcano XVI se ha convertido en una construcción fortificada, típica de la época en que nos estamos moviendo, que está desmoronando a causa del incendio que hay en su interior.

La Torre del Tarot del Renacimiento


El arcano de la Estrella está representado por la diosa Venus surgiendo de las aguas, lo que nos conecta con el concepto del amor y belleza reinante durante el Renacimiento. La flecha que lleva en su mano derecha representa la luz del pensamiento fecundando el inconsciente colectivo (el agua) del que surge la vida (peces y conchas). El barco que se puede ver al fondo representa la travesía de la vida.

La Estrella del Tarot del Renacimiento


La Luna puede que sea el arcano más interesante de este mazo tan particular. Podemos ver a dos estudiosos que observan y miden el satélite de nuestro planeta. Una imagen que representa claramente el despertar de la ciencia y el conocimiento después de los años oscuros de la Edad Media.
Sobre sus cabezas brilla el astro nocturno y a sus pies florece la vida.

La Luna del Tarot del Renacimiento


El Sol también es muy diferente a las representaciones usuales. Una mujer (el alma) de pie en una pradera floreada está hilando el hilo del destino (la vida). Este elemento, que suele pertenecer a las deidades lunares, implica en este arcano solar que la mujer está hilando una vida espiritual y superior.

El Sol del Tarot del Renacimiento


En el Juicio el número de personajes habituales se ha multiplicado con respecto a la representación tradicional. En la parte superior aparecen dos ángeles (igual que en los Enamorados) llamando con sus trompetas a los iniciados a través de las dos vías.
Bajo ellos siete cuerpos se levantan de las tumbas, como símbolo de la finalización de un ciclo completo y de la consecución de la vida eterna.

El Juicio del Tarot del Renacimiento


En el arcano del Mundo nos volvemos a encontrar con la mujer que ya había aparecido en los arcanos de la Justicia, Fuerza y Templanza. Aquí simboliza el alma y sus virtudes, las incorpora todas y se nos presenta triunfante sosteniendo un orbe y un cetro, ambos emblemas de poder. Sus pies reposan sobre una esfera que contiene el mundo suspendido entre las nubes.

El Mundo del Tarot del Renacimiento


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