Hoy vamos a ver los signos del Elemento Aire.
Géminis: La
dualidad
El Sol se halla en Géminis del 22 de Mayo al
21 de Junio.
Imagen obtenida de: http://www.imagenesdelzodiaco.com/2010/12/el-zodiaco-esoterido-de-johfra.html |
Su planeta regente es Venus, diosa de la
belleza y del amor en todas sus facetas.
En el centro de la imagen, marcando un eje de simetría, aparece el bastón de Hermes
o Mercurio, el caduceo con las dos serpientes y las alas, planeta regente de
Géminis.
La imagen nos
muestra a un hombre y una mujer, tal vez Adán y Eva, dos
columnas (de la Sacerdotisa) sobre la que
descansan la Luna a la izquierda y el Sol a la derecha, marcando el día
y la noche, con dos dragones uno azul y otro rojo que nos vuelven a hablar de
la polaridad, los opuestos, pero sus cabezas una vez entrelazadas adquieren un
color dorado, tal vez sea la iluminación que han alcanzado al encontrar el
punto de equilibrio. En la parte superior, hombre y mujer parten de una misma
raíz.
Ya estoy viendo varios
elementos que me hacen pensar en el Yin y el Yang, la dualidad, los opuestos que hacen un todo y
que sin el uno no existe el otro.
En la parte inferior tenemos un
unicornio, que yo identifico con lo
mágico, lo puro, un ser único y que sólo puede ser visto por personas de
corazón noble, con su cuerno en espiral, justo en el tercer ojo, el centro de
la intuición, el león, imagen de la fuerza, y en el centro un primate sosteniendo la bola del
mundo. Para mí es la inteligencia, la astucia, la rapidez de reflejos que
aporta Mercurio, aunque también puede está representando al propio Hermes en su
simbología egipcia de Toth, a pesar de que casi siempre se le representa con
cabeza de ibis, en alguna ocasión también se le dibuja como un mono.
En este caso es La
Templanza el Arcano que aparece en el
lugar de los anteriores, en este caso
vierte el agua de la copa amarilla (la luz, el Sol) a la copa azul (la
oscuridad, la luna), equilibrando los opuestos y recordando “lo que es arriba
es abajo”.
Simétricamente a ella, tenemos
la figura del Arcano de El Loco, con la flor roja en la mano izquierda, su
objetivo, y su hatillo y la vara en la derecha, su voluntad y experiencias
adquiridas.
En este caso no hay marco, toda
la escena se desarrolla en un ambiente vaporoso y ligero, como el de las ideas
y el pensamiento.
Libra: El
variable en busca del centro
Imagen obtenida de: http://www.imagenesdelzodiaco.com/2010/12/el-zodiaco-esoterido-de-johfra.html |
El Sol se halla en Libra del 23
de Septiembre al 23 de Octubre.
Su planeta regente es Venus,
diosa de la belleza y del amor en todas sus facetas.
La balanza, símbolo de su signo
no quiere decir que estén en perfecto equilibrio, más bien se mantiene en un
constante ajuste, a base de que suba un platillo y baje otro.
La balanza es también símbolo
de la Justicia, pero de una justicia basada en el derecho, que no siempre
coincide con la justicia moral (de ahí que los romanos afirmaran que era
posible que el mayor derecho se convirtiera en la mayor injusticia).
En la parte inferior vemos el lirio, la flor de la serenidad.
También es la flor de Venus la rosa que aparece sobre el cubo de cristal transparente, en representación de la piedra angular del templo de Salomón, o Cristo en el altar, según los templos francmasónicos (esos eran opacos). En su interior hay una bola dorada, elemento cósmico y alquímico del origen de la vida. Un heptágono de color verde circunscribe la representación del signo de Libra.
Las siete puntas de la estrella
hacen referencia a la Cábala, indicando que Venus es la séptima sefira en el Árbol
de la Vida.
Apoyando una de sus patas en
ese cubo, nos encontramos a dos leones alados mesopotámicos, uno blanco y otro
negro, sobre un suelo ajedrezado, símbolo francmasónico que hace
referencia a la dualidad del mundo.
Estos leones representan a su
vez la dualidad, masculino-femenino y positivo negativo, y sus cuerpos albergan
la simbología de los cuatro elementos y los cuatro evangelistas.
El vientre abultado es la Tierra, las garras de león el Fuego, las alas el Aire y la cabeza el Agua.
Entre ellos tenemos el signo
del Yin y Yang, girando en el sentido de las agujas del rejoj, generando una
nube que rodea la parte superior de la imagen como si de otro espacio, en este
caso, celestial o cósmico, se tratara.
De esas nubes surgen unas manos
portadoras de fuego. Esta idea es tomada de la doctrina hindú. En la India el
signo de Libra es representado como un altar, en el que arde un fuego que no
podrá jamás ser apagado.
Esa llama se dirige a la parte
inferior del brazo largo de una cruz, en cuyo centro se representa la Rosacruz
o cruz de Cristo, en la que se enroscan unos zarcillos. El brazo de corto de
esa cruz soporta los dos platillos de la balanza.
En la parte superior, una mano
con el dedo índice señalando hacia arriba nos abre el camino de la visión de la lemniscata (el
sombrero de El Mago, el ocho invertido, el símbolo del infinito), en cuyo interior
se representan el sol y la luna, que al igual que el Yin y el Yang simbolizan
el constante ir y venir de los opuestos.
En cada lado de la balanza
encontramos a sendos personajes, el de la izquierda es Toth representado como
un Ibis con alas, haciendo referencia a que representa el mundo del alma, lo
espiritual, con dos serpientes también opuestas en energías que se enroscan por
su cuerpo a modo de caduceo (símbolo de Mercurio) y que a su vez nos hablan de
la energía o el fuego Kundalini, que asciende hasta la nuca subiendo por dos
canales situados a ambos lados de la columna vertebral.
En la mano derecha porta la
cruz Ansata, símbolo de la vida eterna, mientras que con la mano izquierda
sujeta el plato de la balanza en el que se encuentra Maat, la pluma con la que
se sopesa la pureza de los corazones.
Al otro lado de la balanza
tenemos a Hathor, diosa egipcia del amor, la armonía, la música y la danza,
representada con cuernos y orejas de vaca.
Entre sus cuernos lleva velo al
igual que Isis (el velo de La Sacerdotisa) y de entre ellos surge una estrella
brillante de seis puntas que simboliza la luz perfecta.
Con su mano derecha sujeta el
brazo de la balanza correspondiente al plato donde tenemos un corazón humano dentro
de un vaso de momificación (canopo) con forma similar.
Es un signo en el que aparecen
distintos elementos representados de forma simétrica, de manera que puede
darnos la impresión de que todo está en perfecto equilibrio, pero ese
equilibrio se debe a que sus componentes están en constante cambio y
movimiento.
Acuario: El aguador,
el que vierte espíritu sobre la materia.
El Sol se halla en Acuario del 21 de Enero al 18 de Febrero.
Imagen obtenida de: http://www.imagenesdelzodiaco.com/2010/12/el-zodiaco-esoterido-de-johfra.html |
El Sol se halla en Acuario del 21 de Enero al 18 de Febrero.
Su planeta regente es Urano, dios
primordial del Cielo.
Nos encontramos en la Era de
Acuario, un tiempo del que se espera que el hombre se convierta en un ser más
espiritual, no teniendo tanto peso lo material, aunque parece ser que la cosa
va lenta.
Todos los avances científicos y
tecnológicos se ven abocados a un cambio en sus procesos de investigación y
fabricación en el que la mecánica o la electricidad ya no son los precursores que producen los
avances, sino el estudio de las partículas, los átomos, neutrones y la
organización molecular, asentándose la idea de las transmisiones de
comunicaciones y energías, recociendo que existe una materia prima, de la que
se derivan otras, y que origina las distintas criaturas en función de su
ordenamiento molecular.
La tecnología hará más con
menos material.
La idea del aguador se
manifiesta desde la antigüedad con la representación del dios egipcio Hapi, que
llevaba en la cabeza una flor de loto y sus dos vasijas simbolizando los dos Nilos.
En el Tarot tenemos dos Arcanos
que hacen referencia a esto.
Son La Templanza, con forma de
ángel, vertiendo agua de una vasija a otra en lo que puede ser una
manifestación de la Alquimia, y en la carta de la Estrella, en la que una mujer
desnuda vierte agua (espíritu) al río y a la tierra.
En este caso, el aguador vierte
agua y de ella surgen unas nubes vaporosas que rodean toda la escena.
Del agua que llega a la tierra emergen
siete flores de loto, que representan los siete chakras, esos centros de energía
representados como discos que giran en torno a un vórtice y que su equilibrio
hace que nuestro espíritu se encuentre en armonía y por lo tanto el cuerpo
físico sano.
Al lado izquierdo, uno de los
remolinos origina un camino que nos lleva hasta la boca de un gran cráneo, en
el que podemos ver a un caminante a sus puertas.
Una vez atraviese esa puerta,
el sendero le llevará hasta una montaña de fuego, Mont Salvat, donde se
encuentra el castillo del Grial.
Esa puerta o cráneo nos habla
de la muerte simbólica del hombre en la que una mente materialista alcanza un
nivel de consciencia superior y evoluciona hacia un renacer espiritual.
El aguador y la puerta están iluminados por un sol místico,
debido a que predomina el color lila en lugar del amarillo, con un rostro joven
y ojos vivarachos, y que tiene un borde con los colores del arcoíris.
En cierto modo es como si en la
imagen se tratara de dos mundos, uno sumergido y no desvelado, lo que
albergamos en nuestro interior y un mundo más terrestre con sol y montaña más
tangible y material rodeado de una neblina de agua y vapor que altera nuestra
consciencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario